No podemos continuar la vida como si no pasara nada. Al plantearnos el post de esta semana no hemos podido evitar pensar que, aunque somos una canal cuyos contenidos están basados en el Marketing, el Turismo y el Neuromarketing, también somos conscientes que un conflicto bélico importante producido por la invasión de Rusia sobre Ucrania, está ocurriendo al este de Europa. Un conflicto que está siendo una gran prueba para toda Europa y para el resto del mundo: un reto humanitario, un reto sobre tomar las decisiones acertadas y un gran reto político, económico y social.
Las empresas son agentes que viven en la sociedad, para la sociedad y gracias a la sociedad, sobre la que tienen una responsabilidad inherente de la cual se ha hablado mucho en la materia de responsabilidad social corporativa (RSC), que hoy día es una disciplina que se enseña en los centros superiores de formación y universidades; y que además se aplica en la mayor parte de las compañías nacionales e internacionales.
Las empresas no se pueden mostrar impasibles ante lo que ocurre en el mundo, son sensibles a los acontecimientos, y más aún, deben responder a ellos de forma responsable y coherente. No sólo por imagen de marca, que también es importante, sino por propia responsabilidad. Las empresas, que representan marcas mundialmente conocidas y con las que estamos familiarizados en el día a día, deben dar un mensaje a la sociedad con sus acciones, deben comunicar a la sociedad que están del lado correcto, que son sensibles a los conflictos que se producen en el mundo.
De esta forma Google (Alphabet Inc.) fue una de las primeras empresas en dejar de operar en Rusia el 27 de febrero, sólo unos días después de que comenzara el conflicto bélico. Le siguieron empresas como Apple, Youtube, Microsoft, Twitter, Mastercard, Visa, Netflix, Inditex, Mango, H&M, Samsung… y en los últimos días se han unido empresas icónicas como Coca-Cola, Pepsi, McDonald´s, KFG, Starbucks, entre otras.
Oficinas de Google en Moscú, Rusia
De los cinco grupos empresariales de mayor capitalización bursátil del mundo, Apple, Microsoft y Google (Alphabet), que son la primera, tercera y cuarta mayores, ya han anunciado algún tipo de iniciativa que conlleva una reducción de los ingresos que obtienen de Rusia. Sin embargo, la petrolera saudí Aramco, la segunda mayor empresa cotizada del mundo, y el grupo tecnológico Amazon, la quinta, no han anunciado su abandono o reducción de negocio en el país ruso.
Amazon, a pesar de no renunciar a su actividad en Rusia, sí ha mencionado en su blog la colaboración en medidas humanitarias concretas aportando 5 millones de dólares dirigidas a las principales organizaciones humanitarias que están operando en Ucrania o en sus fronteras, como expresa en su blog. Otras grandes compañías bursátiles tampoco han decidido abandonar su actividad en Rusia, como son Tesla, Walmart, entre otras.
Elon Musk, máximo accionista de Tesla, ha contribuido ayudando a Ucrania a mantenerse conectado con el mundo a través de Internet, ofreciendo desinteresadamente su satélite Starlink a las autoridades ucranianas, con las que ha mantenido constante contacto, incluso manteniendo conversaciones con su presidente, Volodymyr Zelensky.
Ya sea a través del abandono de su actividad comercial o con ayudas directas como es el caso de Elon Musk, las empresas tienen la responsabilidad de mantenerse del lado correcto dando un mensaje al país invasor. Probablemente, este tipo de acciones no tendrán un resultado sobre las decisiones de Putin en el corto plazo, pero sí tienen una gran repercusión en la opinión pública, tanto externa como dentro de Rusia, cuyos ciudadanos ven con ojos atónitos que ya no pueden comprar las marcas que eran parte de su vida cotidiana. Estamos seguros de que eso, al menos, les hará reflexionar.